Los bebés pueden ahogarse con alimentos o juguetes, caer en el agua de la bañera o de una piscina y asfixiarse con cordones de, por ejemplo, prendas de vestir, bolsos y cortinas. Hemos prepararado esta guía detallada con los pasos básicos sobre primeros auxilios en caso de asfixia, y cómo efectuar una reanimación cardiopulmonar (RCP). No obstante, lo importante es que tomes un curso práctico (infórmate en una oficina local de la Cruz Roja o en Hospitales de tu localidad)
Instrucciones para bebés menores de un año.
Asfixia
• Paso 1: Evalúa la situación con rapidez.
Si de repente tu bebé no puede llorar o toser, algo podría obstruir sus vías respiratorias, y necesitarás ayudarlo a que lo expulse. Puede ser que haga ruidos raros o no produzca ningún sonido en absoluto mientras abre su boca, y su piel se podría poner roja o azul.
1. Si tose o hace arcadas, hay sólo una obstrucción parcial de las vías respiratorias. En este caso, deja que siga tosiendo. Toser es la manera más efectiva de eliminar una obstrucción.
2. Si no puede expulsar el objeto tosiendo, pídele a alguien que llame al número local de emergencias y comienza a darle golpes en la espalda y a hacerle compresiones pectorales (ver más abajo, paso 2). Si estás sola con tu bebé, asístelo como se explica en la primera ilustración durante dos minutos, y luego llama a emergencias.
3. Si sospechas que las vías respiratorias de tu bebé se cerraron a causa de una inflamación de garganta, llama inmediatamente a emergencias. Puede que tenga una reacción alérgica a algún alimento o a una picadura de un insecto, o una infección, como crup.
Llama también de inmediato si tu bebé presenta alto riesgo de complicaciones cardiacas.
• Paso 2: Trata de hacer que expulse el objeto con golpes en la espalda y compresiones pectorales.
Si tu bebé no logra desobstruir sus vías respiratorias y crees que tiene algo atascado, colócalo con cuidado boca abajo, apoyado sobre tu antebrazo, y con tu mano sostén su cabeza y su cuello. Apoya ese brazo sobre tu muslo.
1. Sostén a tu bebé de modo que su cabeza esté por debajo del resto de su cuerpo. Entonces, usando la base de tu mano libre, dale cinco golpes firmes entre sus omóplatos para tratar de que expulse el objeto.
2. Coloca la mano con la que le diste los golpes en la espalda sobre su nuca y apoya el mismo brazo en su columna vertebral. Dale vuelta con cuidado mientras le sostienes la cabeza y el cuello. Mantenlo boca arriba con tu antebrazo apoyado sobre tu muslo, conservando aún su cabeza más abajo que el resto de su cuerpo.
3. Coloca las yemas de dos o tres dedos justo por debajo de una línea imaginaria ubicada entre las tetillas del bebé. Para hacer una compresión pectoral, presiona el pecho tratando de que se oprima entre 1/2 y 1 pulgada (1,25 a 2,50 cm), luego deja que regrese a su posición normal. Efectúa cinco compresiones pectorales continuas, sin pausas.
4. Continúa la serie de cinco golpes en la espalda y cinco compresiones pectorales hasta que logres hacer salir el objeto o hasta que tu bebé comience a toser. Cuando tosa, no lo interrumpas, deja que intente expulsar el objeto.
Si en algún momento tu bebé queda inconsciente, necesitará RCP modificado (consulta más abajo las instrucciones detalladas).
Practícale dos respiraciones artificiales. Si el aire no ingresa (no observas que su pecho se eleva), vuelve a inclinar su cabeza e intenta dos respiraciones artificiales nuevamente. Si su pecho todavía no se eleva, efectúale 30 compresiones pectorales. Mira dentro de su boca y extrae el objeto si lo ves. Dale otras dos respiraciones de rescate, repite las compresiones pectorales y continúa así, hasta que llegue la ayuda.
Cómo efectuar la RCP
¿Qué es la RCP?
RCP significa reanimación cardiopulmonar. Es la medida que puedes utilizar para salvar la vida de tu bebé en caso de que no muestre signos vitales (respiración o movimiento). La RCP utiliza compresiones pectorales y respiración artificial para que circule sangre que contenga oxígeno hacia el cerebro y otros órganos vitales, hasta que llegue el personal médico de emergencia. Al mantener en circulación sangre oxigenada puedes ayudar a evitar daños cerebrales — que pueden ocurrir en cuestión de minutos — y evitar la muerte.
La RCP no es difícil. Sigue los pasos que te indicamos a continuación:
• Paso 1: Observa el estado de tu bebé.
¿Está consciente? Sacude su pie o dale con delicadeza un golpecito en su hombro y llámalo. Si no te responde, pide a alguien que llame al número local de emergencias.
Con rapidez, pero con cuidado, coloca al bebé sobre su espalda en una superficie firme. Asegúrate de que no esté sangrando mucho. Si lo estuviese, toma medidas para frenar la hemorragia aplicando presión sobre la zona. No practiques la RCP hasta que la hemorragia esté bajo control.
• Paso 2: Abre las vías respiratorias de tu bebé y revisa su pulso.
Inclina hacia atrás su cabeza con una mano y levanta un poco su mentón con la otra mano. (No necesitas inclinar demasiado hacia atrás la cabeza para abrir sus vías respiratorias.) Observa los signos vitales (movimiento y respiración) durante diez segundos como mucho. Puedes observar su pulso poniendo dos dedos en el lado de su cuello o en la parte interior de su codo.
Para saber si tu bebé respira, baja tu cabeza y colócala junto a su boca, mirando hacia sus pies. Observa si su pecho se eleva y fíjate si escuchas el ruido de su respiración. Si respira, debes poder sentir la respiración sobre tu mejilla.
• Paso 3: Dale con delicadeza dos bocanadas de aire.
Si no respira, dale dos pequeñas bocanadas de aire, cada una de las cuales debe durar sólo un segundo. Cubre su nariz y boca con tu boca y exhala adentro de sus pulmones sólo hasta que veas subir su pecho.
Recuerda que los pulmones de un bebé son mucho más pequeños que los tuyos, por eso se necesita mucho menos de una respiración completa para llenarlos. Respirar muy fuerte o muy rápido puede hacer que el aire se vaya al estómago del bebé o dañe sus pulmones.
Si su pecho no se eleva quiere decir que sus vías respiratorias están obstruidas. Recurre a los primeros auxilios mencionados anteriormente para casos de asfixia.
Si el aire ingresa, dale dos bocanadas de aire consecutivas, haciendo una pausa entre cada dos respiraciones boca a boca-nariz para permitir que el aire regrese y salga.
• Paso 4: 30 compresiones pectorales.
Con tu bebé todavía recostado de espalda, coloca las yemas de dos o tres dedos justo por debajo de la línea imaginaria comprendida entre las tetillas del niño.
Con las yemas de tus dedos en ese lugar, comprime el pecho de 1/2 a 1 pulgada (1,25 a 2,50 cm). Presiona hacia bajo. Las compresiones deben ser continuas, sin pausas. Haz 30 compresiones a un ritmo de 100 por minuto. Cuando completes las 30 compresiones, hazle dos respiraciones boca a boca-nariz (paso 3, indicado más arriba).
• Paso 5: Repite las compresiones y las respiraciones boca a boca-nariz.
Repite el ciclo de 30 compresiones y dos respiraciones artificiales. Si estás sola con tu bebé, llama al número local de emergencias después de dos minutos de reanimación. Continúa el ciclo de compresiones y respiraciones boca a boca-nariz hasta que llegue la ayuda.
Incluso si comienza a respirar antes de que llegue la ayuda, necesitará que lo revise un médico para que no haya dudas de que sus vías respiratorias se destaparon por completo y de que no se produjo ningún daño interno.
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